Si algo he aprendido en mi corta vida, es que amigos de verdad, hay muy pocos. Esto es un tema que me toca de cerca ahora mismo.
A veces crees que una amistad va a ser para siempre, o al menos, que durará cierto tiempo. Y te das cuenta de que, con una sola grieta, por pequeñita que sea, hace peligrar esa amistad.
Y a veces te ahogan. Te ahogan con cariño, hasta que no puedes respirar. Y te ahogan con problemas, hasta que parecen tuyos también. Y cuando les pides un respiro, esperan a que les vayas a lamer el culo.
Los amigos de verdad te apuñalan por delante, no por la espalda.
Y es que en estas dos últimas situaciones me encuentro yo últimamente. Me han ahogado con cariño y problemas, y me han deshinchado con una puñalada trapera por la espalda. Me han hecho sentir y quedar mal. Y tengo a gente a mi lado para recordarme quien soy, y que yo soy quien yo quiera ser, no quien ellos y lo que digan me hagan ser.
La vida no es un cuento de hadas, y las amistades últimamente parecen de usar y tirar.
Sleeping Blondie.
Fantástico.
ResponderEliminarNo podría estar más de acuerdo y sentirme más identificada con tus palabras. Los amigos de verdad se cuentan con los dedos de una mano, y sobran algunos dedos. Tenemos que aprovechar al máximo y decidir, por mucho que nos duela y nos haya costado, si seguir siendo amiga de esa persona o no. Porque esa gente, no te conviene, te hace sentir mal, te hace sentir un ser diminuto e insignificante. Y eso no puede ser.
Todas las personas tenemos un corazón enorme y tenemos nuestros propios sentimientos. Si una persona solo te da disgustos, apártala de tu vida, no hay más.
Menos es más, o eso dicen.
¡Me encanta la entrada!
♥
Hola! Desde luego el texto es increíble y opino igual que tu, además últimamente me doy cuenta de que cada vez me puedo fiar menos de la gente y que a veces por fiarte salen mal las cosas.. Una espectacular entrada
ResponderEliminarBesos