martes, 6 de octubre de 2015

Amigos.

Si algo he aprendido en mi corta vida, es que amigos de verdad, hay muy pocos. Esto es un tema que me toca de cerca ahora mismo.
A veces crees que una amistad va a ser para siempre, o al menos, que durará cierto tiempo. Y te das cuenta de que, con una sola grieta, por pequeñita que sea, hace peligrar esa amistad.
Y a veces te ahogan. Te ahogan con cariño, hasta que no puedes respirar. Y te ahogan con problemas, hasta que parecen tuyos también. Y cuando les pides un respiro, esperan a que les vayas a lamer el culo.
Los amigos de verdad te apuñalan por delante, no por la espalda.
Y es que en estas dos últimas situaciones me encuentro yo últimamente. Me han ahogado con cariño y problemas, y me han deshinchado con una puñalada trapera por la espalda. Me han hecho sentir y quedar mal. Y tengo a gente a mi lado para recordarme quien soy, y que yo soy quien yo quiera ser, no quien ellos y lo que digan me hagan ser.
La vida no es un cuento de hadas, y las amistades últimamente parecen de usar y tirar.


Sleeping Blondie.


2 comentarios:

  1. Fantástico.
    No podría estar más de acuerdo y sentirme más identificada con tus palabras. Los amigos de verdad se cuentan con los dedos de una mano, y sobran algunos dedos. Tenemos que aprovechar al máximo y decidir, por mucho que nos duela y nos haya costado, si seguir siendo amiga de esa persona o no. Porque esa gente, no te conviene, te hace sentir mal, te hace sentir un ser diminuto e insignificante. Y eso no puede ser.
    Todas las personas tenemos un corazón enorme y tenemos nuestros propios sentimientos. Si una persona solo te da disgustos, apártala de tu vida, no hay más.

    Menos es más, o eso dicen.

    ¡Me encanta la entrada!

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  2. Hola! Desde luego el texto es increíble y opino igual que tu, además últimamente me doy cuenta de que cada vez me puedo fiar menos de la gente y que a veces por fiarte salen mal las cosas.. Una espectacular entrada
    Besos

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